Otro animal más ha muerto por culpa de los plásticos en los océanos. La desaparición de un ejemplar de esta especie tan vulnerable es solo un ejemplo de lo que nuestra basura está haciendo al planeta.
Esta vez ha sido en Cabo de Palos, Murcia, donde a finales de febrero apareció un joven cachalote varado. Tras realizarle la necropsia, se ha confirmado que murió a causa de los plásticos que tenía en el estómago. En total, 29 kilos de plásticos que el animal no pudo digerir, causándole graves impactos en el aparato digestivo y que finalmente acabaron con su vida: bolsas de basura, trozos de redes, cabos y ¡hasta un bidón!
La ingesta de plásticos por la fauna marina no es nada nuevo. De hecho, en las últimas décadas se ha informado de multitud de casos en tortugas, cetáceos, tiburones, peces y aves. En 2013 otro cachalote fue encontrado en la costa de Granada con 18 kilos de plásticos en su estómago que le habían causado una ruptura gástrica, provocándole la muerte.
La producción y el consumo de plásticos sigue aumentando cada año a un ritmo alarmante. Y como consecuencia, su impacto sobre el medio ambiente. Se estima que hasta 12 millones de toneladas llegan a los océanos cada año, el equivalente a un camión de basura al minuto.
Esta invasión de plásticos ahoga los ecosistemas, provoca daños a la fauna, que los confunde con sus presas naturales, como calamares o medusas, y entra en la cadena alimentaria, afectando al ser humano al consumir pescado y marisco que haya ingerido plásticos.
Desde la campaña de plásticos de Greenpeace trabajamos para acabar con este tipo de contaminación en nuestros mares atacando el problema de raíz: la producción y consumo de plásticos. Únete a Greenpeace y ayúdanos a pedir al Gobierno, las empresas y los supermercados que dejen de ahogarnos en plástico.