El Ártico se derrite. Un año más, la capa de hielo del Ártico ha llegado a su mínimo anual, y es mucho más bajo de lo que debería.
Aunque no es un nuevo récord, las cifras son alarmantes: los diez mínimos históricos de hielo ártico han ocurrido en esta década.
En medio de sequías, inundaciones y súper tormentas devastadoras empeoradas por el cambio climático, el Ártico sigue calentándose más rápido que cualquier otro lugar del planeta. Su salud nos afecta a todos y nos estamos quedando sin tiempo para actuar.
¡Únete a Greenpeace y ayúdanos a salvar el Ártico antes de que sea demasiado tarde!
La desaparición del hielo marino es una advertencia de lo que está por venir y ya está llegando. Y a pesar de esta evidencia, sigue habiendo gobiernos que apuestan por las energías sucias, como la extracción y quema de carbón y petróleo y el fracking, alterando el clima en lugares tan frágiles como el Ártico, ya de por sí amenazado por líderes como Trump y las petroleras. Nuestro gobierno es uno de esos que siguen sin escuchar y dan la espalda a una solución más limpia, más justa, más barata y más accesible para todos.
Más de ocho millones de personas ya se han sumado para pedir que el Ártico sea declarado santuario global, pero el tiempo sigue corriendo para la región más amenazada del planeta.